Yendo directo al grano: existen campos necesitados y existen misioneros listos para ir, y otros en proceso de formación. Lo que necesitamos como Misión hoy es el sustento para que estos misioneros lleguen a los campos y puedan permanecer allí, además de contar con los recursos para realizar el trabajo que debe hacerse.
El recurso está en nuestras manos. No necesitamos ser millonarios para invertir en el Reino. Podemos hacerlo con las pocas monedas, con pequeños sacrificios, o incluso con valores que realmente nos cuesten, pero que renunciamos sabiendo que cosecharemos algo mucho mayor.
Adopta a un misionero a través del Programa Proveedores, al cual puedes enviar mensualmente la cantidad que esté en tu corazón para sustentar a un misionero que está en el campo. Alimentación, transporte entre aldeas, material infantil, medicamentos, biblias, materiales de enseñanza, herramientas... Podemos contribuir con estos valores, si cada uno aporta un poquito.